Me he leído un libro bastante chulo que se llama "Cuentos de árboles", y lo ha escrito un tal Lukas -con k-, como yo.
Me lo regaló hace años Pepito, un amigo de mi padre.
Está muy bien. Tiene distintos capítulos como "Los tres nogales", "Pobres chopos", "El pájaro y el niño", etcétera.
Uno de ellos habla de un chaval que quería unas zapatillas nuevas, pero su mamá no se las quería comprar. Y que por eso el niño se enfadó mucho. El caso es que yendo de excursión con sus amigos se perdió en la niebla y se le hizo de noche... y tuvo que pasarla en el campo, helado de frío, protegido bajo un gran castaño... Entonces se dio cuenta de que todo eso de las zapatillas era realmente una idiotez y que hay cosas que son más importantes.
Este es un libro para aprender de los árboles y para quererlos, porque nos dan oxígeno, sombra y tranquilidad.
El libro empieza así: "Me llamo Lukas y vivo en una casa en el campo. Bueno te contaré cómo ocurrió todo. Un día estaba sentado en el suelo del balcón de la casa. Me sentía muy bien, acariciado por un maravilloso aire fresco. A un metro escaso de mis pies desnudos, que salían por entre los barrotes metálicos, se agitaban las hojas de un ciruelo rojo, de tal manera que parecían querer acariciarme. Entonces sentí como si esas hojas, a las que nunca antes les había hecho caso, penetraran dentro de mi alma...".
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