sábado, 10 de agosto de 2013

LAS CALAS DE JAIZKIBEL

Hace poco hice una excursión por el Cantábrico. Fue fantástico. Encontré una cascada que bajaba al mar.
Fuimos a la costa de Jaizkibel. Allí hay calas muy salvajes. Me gustaron mucho. Había praderas, acebos, helechos y caballos... y yo cogí una caña de bambú.
Lo raro es que no vi cangrejos de agua dulce en el río... pero sí de agua salada.
Entre la hojarasca vimos un lagarto verde muy guapo.
Estando allí, bañándonos en una poza, nos pasó algo curioso: había un tesoro escondido entre las rocas. De repente vinieron tres mozos, filmándolo todo con una cámara. Se metieron en la poza donde yo estaba metido... y se llevaron una cámara que estaba oculta entre las rocas... y eso que yo había estado jugando todo el rato por allí, buscando bichos entre los huecos... y no me había dado ni cuenta.
También me bañé en la playa de La Concha de San Sebastián, estaba llena de gente. Prefiero las calas.

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