El águila real se para en una montaña a la que he subido este verano. Se llama Mondoto, y está en lo más alto del Cañón de Añisclo. Es un gran mirador desde donde se puede ver todo el macizo de Monte Perdido, y desde donde el águila mira (otea) e inicia la caza de sus presas. Aquí se posa y observa. Busca comida como conejos y liebres.Pero por aquí vuelan más pájaros: el cuervo, el alimoche, el quebrantahuesos (raro de ver) y el buitre.
En la cumbre del Mondoto me he encontrado con unas chicas holandesas que nos han contado lo mucho que les ha gustado ver tantos buitres, porque allá, en su país, no hay de estos pájaros.
También os quiero contar que en este sitio hay mucho bolos de silex entre la rocas del lapiaz. El silex es una piedra que utilizaban los prehistóricos para hacer hachas.
Eso sí, a los niños y excursionistas que suban al Mondoto -desde Nerín, como yo he hecho- les aconsejo que traigan gorra y agua en su mochila. Yo por cierto, a la bajada, en una pequeña poza, me he pegado un buen baño.
Un beso a Txusma y a la otra Sara (en la foto) que nos han acompañado.
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