Salenques es un valle de montaña con un bosque precioso y muchas hojas en el suelo. Merece la pena ir a este rincón del Pirineo Aragonés en el otoño. Porque está lleno de color y porque las hojas caídas de las hayas cubren el suelo... pareciendo una alfombra natural... y eso es lo que se llama "hojarasca". Allí, entre las hojas muertas, se esconde mucha vida animal: hay arañas, cochinillas de la humedad, mariquitas, lombrices y hasta culebras o sapos.
Pero cuidado cuando vengáis, que si ha llovido, el suelo húmedo es un poco resbaladizo.
Por cierto, como uno siempre va caminando cerca del río, en todo momento se está escuchando "el ruido" del agua... más bien "un sonido"... el del arrastre con fuerza del agua, que hace rodar las piedras de las montañas y las hace redondeadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario