UNA MAÑANA EN EL MONCAYO

Ayer sábado estuve en el Moncayo. Y vi una planta que tiene un nombre muy raro, y que sólo nace en el Moncayo: la Safrífaga (*La Saxifraga).

¡Sólo existe en el Moncayo! ¡Porras, qué pena!

Estaba la montaña muy bonita. Me gusta el Moncayo, pero si me preguntas... más me gusta ir al Hospital de Benasque (ya tengo ganas de ir pronto). El Moncayo es más bajo que los Pirineos, que son gigantescos.

Pero el Moncayo también me gusta mucho. Ayer encontré una seta, el Boletus edulis, y fresas silvestres (que luego nos comimos).

Encontramos escolopendras, basosas negras, grillos y un escarabajo pelotero.

Así pasé una mañana guay, en el Moncayo.

CULEBRA AMIGA

Estaba un día junto a un río, y un amigo mío que se llama Roberto -y es forestal- me trajo esta culebra bastarda.
Estaba muerta. La había atropellado un coche. Era gigantesca y pesaba un poquito.

El que está a mi lado es otro amigo, Yoël.

No nos asustó... pero Lorién le quería escachar la cabeza.

Cuando uno ve una culebra en el campo, hay que dejarla en paz... o hacerle un foto... no hay que matarla... a las víboras tampoco. Sólo hay que tener cuidado.

Las culebras son buenas. Son beneficiosas para el cultivo... porque si no tuviésemos culebras, los ratones se comerían la comida de los humanos.

EL EVEREST

He dibujado el Everest, que es la montaña más alta de toda la Tierra.

He puesto árboles, montañeros subiendo, casitas para que descansen... planetas, estrellas y nubes que están por debajo de la cumbre.

Me gustaría subir arriba. Pero mi papá, que ha subido muchas montañas, dice que es muy difícil el Everest.

De momento quiero subir al Moncayo y a la Peña Montañesa este verano.