Subimos a un monte... y vimos volar dos águilas. Mi padre dijo que eran de cetrería, que llevaban un cascabel... y luego vimos al cetrero a lo lejos, y pensamos que podían ser de Carlos, un amigo de mi padre que es de esa zona.
Entonces le llamamos. Y sí, era él. Una vez nos encontramos también en Rodanas, con las lechuzas.
Nos enseñó las águilas. Yo las cogí en el puño con un guante. Se posaban en mi brazo.
De repente vi cómo una de las águilas se lanzaba a cazar una musaraña. La empezó a picotear, y al acercarnos debió de pensar que se la íbamos a quitar y se la tragó entera.
Luego fuimos a la finca y la casa de campo de Carlos. Allí nos enseñó dos búhos, un halcón, una lechuza... los hurones, los perros y gatos.
Carlos es muy majo. Me lo pasé muy bien. Y, además, dibuja muy bien. Yo tengo varios libros de él.
Gracias por los elogios que nos brindas a mis animales y a mí, Lukas.
ResponderEliminarMe recuerdas al niño de la película ¡No me la pierdo!
No dejes de disfrutar de la naturaleza, yo así lo hago
Un abrazo
Carlos