Yo estrené estas botas en una excursión por el Moncayo... y ya veis... me costó llegar al coche y tuve que meter los pies en el agua helada de un arroyo. ¡Huy, qué cara de dolor!
Al llegar al final de la ruta, unos amigos de Ramón que estaban por allí me dieron un Compeed que me alivió mucho.
Son cosas que pasan en el monte...
Las botas nuevas
Todo se arregla con una buena tirita. Pasamos un dia genial como todos los momentos que compartimos con vosotros. Un beso enorme de Ramon, Daniel y Tere.
ResponderEliminarPero Eduardo, comprale las botas siempre un poco grandes. ¡No ves que al chaval le están creciendo los pies!
ResponderEliminarJesús