El otro día le hicimos una "visita científica", rápida y breve, a un nido de búho real que en el año 2011 se encontró en una Sierra mi padre junto con otro amigo forestal.
Esta vez también vino Daniel.
Para verlo tuvimos que andar por la montaña, llegar a unas rocas y atravesar unas zarzas. Pero no preguntéis dónde está, porque eso es un "secreto de naturalista", y así de esta manera se evita que el nido sea muy conocido y que los padres abandonen. Nosotros ya no vamos a volver para no molestar.
Nosotros fuimos por un proyecto de estudio científico, pues estos pollos se anillan e investigan por especialistas. Y nosotros queríamos ayudar.
En el nido encontramos unos polluelos muy grandes, que enseguida se irán ya volando. Tenían unos ojos muy gordos, enormes y naranjas. Quien no ha visto antes algo así, le impresiona verlo y piensa: "¡Qué bonitos son, parecen de peluche!".
En el nido encontramos los restos de sus presas: se habían comido un erizo -estaban todos los pinchos-, un montón de palomas, una perdiz -cogí unas plumas- y también uno de esos pájaros que tienen las plumas azules (un arrendajo). Todo esto se analiza para saber su alimentación.
Anillando un pollo
Guarda bien el secreto.
ResponderEliminarQué risa me das, Lukas, ¡menudo "proyecto de estudio científico" estás tú hecho!
ResponderEliminarMe encanta ver todo lo que haces, lo que aprendes, lo que disfrutas, y el respeto que demuestras por todo el medio ambiente. Me encanta la foto con el peluche ése de ojos grandes, madre mía, si abulta más que tú...
Ah, y sí, mejor que guardes el secreto del sitio, para que puedan vivir tranquilos.
Un besico,