No os conté que este verano, un año más, estuve a dormir en la hospedería del Santuario del Moncayo, y que eso me permite que por las noches, cuando encienden la luz de unos focos muy potentes, pueda ver las polillas de la noche de cerca, pues se ven atraídas por estas luces.
Ya hemos estado otras veces...
Yo les hago fotos con mi padre y con los hijos de los dueños del Santuario que son mis amigos: Diego, Andrés y Nieves.
Nieves cuando ve una mariposa bonita grita: "¡Mirar, mirar... qué bonita!".
Y yo le digo: "Esa puede ser nueva".
Y Andrés responde que sí, que esa no la habíamos visto aún.
Diego dice que hay algunas que se parecen a pipas.
Algunas polillas tienen extrañas antenas, las alas son muy cortas y recogidas -menos amplias-... y muestran colores que suelen ser apagados... menos "la gitana" que hay debajo de estas líneas y que es aún más bonita cuando abre sus alas... o la polilla blanca que podéis ver arriba del todo y que se llama "mariposa del taladro amarillo de los frutales".
No hay comentarios:
Publicar un comentario