Un día mi padre me regaló una lupa. A veces me la llevo en la mochila, a la Naturaleza, para ver las cosas de otra manera.
A mi yayo esta lupa le recuerda a una que usaba su padre para ver las telas y tejidos de un comercio que tuvo.
Pero yo la uso para ver a través de ella las flores, los insectos, las plantas, los minerales y las rocas.
Los minerales a la lupa son superchulos. También lo son las hojas de los árboles. O una simple mariquita.
Con una lupa se ve todo muy diferente, distinto.
El otro día tuve la suerte de llevar a lupa a mano y de poder ver a través de su lente cómo atrapaba una mosca una araña cangrejo, muy pequeña. Parecía enorme.
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