Hace unos días fui con Daniel, el de Tarazona, a ver un búho real.
Daniel vino a Zaragoza, a mi casa. Y fuimos a dar un paseo al campo, para así poder ver el búho real, por la tarde, casi cuando ya era de noche.
El búho era grande, de color marrón (camuflaje) y tenía los ojos naranjas.
Estaba posado lejos, en una especie de grieta rara en una montaña. Vive allí.
Los vimos con un telescopio que llevó mi padre. Lo miramos bien y le hicimos esta foto con el teléfono móvil poniéndolo en el catalejo.
A Daniel le hizo mucha ilusión. Le pareció un animal muy chulo... Y a mí, también.
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